Jóvenes inician clases de Seminario

El pasado 28 de enero más de 10,000 jóvenes y señoritas entre 14 a 17 años miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días iniciaron clases de seminario donde estudiarán el libro de “Doctrinas y Convenios ” guiados por más de 800 maestros, organizados en grupos en todo el país. 

Los maestros enseñan el evangelio de forma voluntaria, no reciben pago por este servicio que prestan ya sea en sus casas o en centros de reuniones de la Iglesia. El próximo 8 de febrero, los jóvenes y señoritas seminaristas a nivel mundial se reunirán para tener "Una velada con el élder Ronald A. Rasband" del Cuórum de los Doce Apóstoles.

El 60% de jóvenes reciben las clases de seminario a las 5:00 de la mañana y al terminar acuden a sus escuelas o colegios para obtener su educación secular. El resto, recibe las clases por la tarde al terminar su jornada escolar. En el mundo suman más de 390,000 jóvenes miembros de la Iglesia que participan del programa de seminario.

César Colón uno de los directores de Seminario en Guatemala se refirió al impacto positivo de este programa: “Gracias al estudio del evangelio los jóvenes aprenden a conocer y confiar en Dios y en Jesucristo. Como resultado, su vida tiene propósito y las metas que se ponen les ayudan a tener éxito como estudiantes, sirven a sus semejantes, se preparan para servir como misioneros(as) y ser ciudadanos respetuosos de la ley.”

Paola de Orellana, maestra de seminario comparte su experiencia: “Me siento agradecida por ser maestra de seminario, por medio de este programa tan inspirado, he llegado a entender que el Padre Celestial desea que sintamos Su amor y Su interés por los jóvenes de la Iglesia, que les ayudemos y que juntos aprendamos a vivir como Jesucristo lo hizo aquí en la tierra. Jesucristo es lo mejor que he conocido en mi vida. Es mi mejor ejemplo para seguir, Él es el motivo de mi necesidad constante de aprender y mejorar.”

El programa de seminario de la Iglesia cumple 106 años de haberse establecido, ha demostrado ser un recurso valioso para los padres de familia en su esfuerzo de criar hijos con firmes principios cristianos que fortalecen su carácter y hacen de ellos hombre y mujeres de fe y amor por su Padre Celestial.