Tema

Adicción

Hay quienes creen que las adicciones no son más que malos hábitos que se pueden conquistar con la simple fuerza de voluntad, pero son muchos los que caen en una dependencia tal de una conducta o de una sustancia, que ya no pueden privarse de ella. Pierden la perspectiva y el sentido de otras prioridades en sus vidas, sin que les importe nada más que el satisfacer su desesperada necesidad. Al intentar abstenerse, experimentan una poderosa ansiedad física, psicológica y emocional, y la toma habitual de decisiones erróneas que les conduce a una disminución y restricción de su albedrío. El presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “La adicción tiene la capacidad de desconectar la voluntad del ser humano y de anular su libertad moral individual, pudiendo privarle de su poder de decisión” (“La revelación en un mundo inconstante”, Liahona, enero de 1990, pág. 14).

Se consideran adicciones el uso de sustancias tales como el tabaco, el alcohol, el café, el té y las drogas (recetadas o ilegales), y comportamientos como el juego, la codependencia, el consumo de pornografía, la conducta sexual inapropiada y los desórdenes alimenticios. Estas sustancias y comportamientos restringen la capacidad de la persona para sentir el Espíritu, dañando su salud física y mental, así como su bienestar social, emocional y espiritual. El Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

“Tendríamos que evitar cualquier comportamiento que cree adicción. Cualquier cosa que genere adicción compromete nuestra voluntad. Someter nuestra voluntad a los impetuosos impulsos impuestos por cualquier forma de adicción no hace sino  respaldar los propósitos de Satanás y trastoca los de nuestro Padre Celestial. Esto se aplica a la adicción a las drogas (como los narcóticos, el alcohol, la nicotina o la cafeína), la adicción a prácticas como el juego, y a cualquier otra conducta adictiva. La  obediencia a los mandamientos de Dios nos protege de las adicciones” (“Free Agency and Freedom”, Brigham Young University 1987–1988 Devotional and Fireside Speeches, 1988, pág. 45).

Para saber más veáse: PROGRAMA PARA LA RECUPERACIÓN DE ADICCIONES

 

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